Las humedades por capilaridad es una de las más dañinas que pueden afectar a la estructura de un edificio. Como ya hemos explicado en un artículo anterior, aparecen cuando existe agua o humedad en el terreno en el que se ha construido la vivienda y sus muros la absorben.
Se detecta porque aparecen manchas de humedad en los muros, los revocos y la pintura se desconcha y aumenta la sensación de humedad dentro de la vivienda disminuyendo la temperatura ambiente.
Pueden deberse a una o diversas causas. Estas son las más frecuentes:
- Errores cometidos durante la construcción del edificio.
- Alto porcentaje de porosidad de los materiales utilizados en la obra.
- Una defectuosa o nula impermeabilización de las paredes.
- Alto nivel de la capa freática.
Los efectos perjudiciales que se producen por este tipo de humedades, pueden ser muy distintos en tipología y grado de afectación pero, lo más frecuente es que las padezcan las viviendas situadas en la primera planta o bajos de los edificios, así como a los sótanos.
En muy poco tiempo, provocan el deterioro de los materiales de la obra: el ladrillo, la piedra o el hormigón pueden desintegrarse por la salinidad que provoca la humedad y, si no se subsanan rápidamente, pueden llegar a comprometer la estabilidad de la construcción.
Si han aparecido humedades por capilaridad en tu vivienda o comunidad de propietarios y necesitas asesoramiento para reclamar a los responsables de la obra, ponte en contacto con nosotros y te asesoraremos personalmente. En LOE Abogados somos especialistas en vicios ocultos y defectos de construcción.